Lo censurado
La crispación
No iba a dejar mi coche mero enfrente. Aún si Avenida Juárez se ve cool y bien iluminada, el Centro sigue siendo el Centro, ¿me explico? Además, el tema era hacerlo rápido y sin que nos vieran, bien discreta la cosa. Terminar y salirse de ahí. No quería que me agarraran con todo y nave.
Yo no quiero broncas, pero cuando me enteré del asunto, en friega me apunté. Javier me dijo: ¿No vamos a hacer nada, cabrón? Estos güeyes se sienten dueños de México nomás porque se dicen intelectuales, pero la neta es que si ellos quieren manipular pendejos, que se enteren que no todos nos la tragamos.
Y el Javi tiene razón. Nosotros no estamos dando limosnas. Queremos un país competitivo, con empleos y con inversión. A ver, que alguien me explique por qué cuando se dijo que iba a ganar López Obrador la Bolsa bajó, y cuando se supo que Calderón era el mero bueno los mercados recuperaron la confianza. La izquierda asusta a los empresarios. A mí no me late para nada. ¿Qué es eso de “Primero los pobres”? El país no está como para mantener güevones. Yo no digo que la gente no esté jodida, pero tenemos que ser más emprendedores y no quejarnos porque no nos vienen a dejar las tortillas a la puerta. Y luego llega esta bola de dizque sabios a poner sus letreritos a favor del Peje. Porque no me vengan que era a favor de la democracia. La democracia se manifestó el día de la Elección y ya sabemos quién ganó. Así de simple. Además, habían dibujado cosas espantosas. Si esos se dicen artistas, por eso México está como está.
A mí sí me enchiló una de las frases que estaban ahí puestas: “Si no voto que me calle… si voto que me calle”. ¿Cómo se atreven a criticar una de las iniciativas más asertivas que han existido en los últimos años? Si no hubiera sido por la campaña de Tu rock es votar un buen de chavos no se hubieran aventado a las casillas y a ser ciudadanos completos. Eso es lo que no soportan, que la gente se exprese a la buena, y no con marchas inútiles y de forma violenta, como su candidato.
Por eso me lancé aunque el miércoles temprano tenía que entregar el informe en la chamba. La desvelada iba a estar dura, pero no me importó. Ahora es cuando hay que actuar y hay cosas que no se pueden permitir. Sí me dio miedo que nos agarraran, sobre todo porque ya sabemos de qué lado está el gobierno de esta ciudad, pero Javier me tranquilizó. No va a haber cuete, me dijo, nosotros lo resolvemos… pero ustedes tienen que ser rápidos.
Yo me llevé un cutter que tomé de la oficina. Me costó trabajo porque las lonas estaban bien gruesas. Otros cuates llevaron navajas que funcionaban mejor. Ni supe cuántos carteles rompí. Estaba muy nervioso y finalmente me fui. La Alameda estaba oscura y no quería que me asaltaran de regreso a mi coche. Hace poco escuché en un programa de radio que los rateros querían que ganara el PRD porque así todo el país se iba a volver como el DF, inseguro.
Al día siguiente estaba bien tronado. Supe que habían agarrado a algunos de la banda pero que luego, luego los soltaron. Además de corruptos, ineptos. No le platiqué a nadie por qué traía ojeras de mapache pero ganas no me faltaban. Estaba seguro de que la mayoría estaría de acuerdo con lo que hicimos. Pero el jueves que llegué al trabajo sí me saqué de onda. La secre de Ramiro estaba leyendo el periódico donde decía que se habían “tasajeado” obras artísticas de apoyo al voto por voto. Nomás alcancé a leer “intolerancia” y “actos fascistas”. Intolerantes esos que quieren que a fuerza gane su candidato. Antes de meterme a mi caballeriza le dije a Carmen que dejara de comprar esos panfletos izquierdosos, no la fueran a confundir con una del bando perdedor.
No iba a dejar mi coche mero enfrente. Aún si Avenida Juárez se ve cool y bien iluminada, el Centro sigue siendo el Centro, ¿me explico? Además, el tema era hacerlo rápido y sin que nos vieran, bien discreta la cosa. Terminar y salirse de ahí. No quería que me agarraran con todo y nave.
Yo no quiero broncas, pero cuando me enteré del asunto, en friega me apunté. Javier me dijo: ¿No vamos a hacer nada, cabrón? Estos güeyes se sienten dueños de México nomás porque se dicen intelectuales, pero la neta es que si ellos quieren manipular pendejos, que se enteren que no todos nos la tragamos.
Y el Javi tiene razón. Nosotros no estamos dando limosnas. Queremos un país competitivo, con empleos y con inversión. A ver, que alguien me explique por qué cuando se dijo que iba a ganar López Obrador la Bolsa bajó, y cuando se supo que Calderón era el mero bueno los mercados recuperaron la confianza. La izquierda asusta a los empresarios. A mí no me late para nada. ¿Qué es eso de “Primero los pobres”? El país no está como para mantener güevones. Yo no digo que la gente no esté jodida, pero tenemos que ser más emprendedores y no quejarnos porque no nos vienen a dejar las tortillas a la puerta. Y luego llega esta bola de dizque sabios a poner sus letreritos a favor del Peje. Porque no me vengan que era a favor de la democracia. La democracia se manifestó el día de la Elección y ya sabemos quién ganó. Así de simple. Además, habían dibujado cosas espantosas. Si esos se dicen artistas, por eso México está como está.
A mí sí me enchiló una de las frases que estaban ahí puestas: “Si no voto que me calle… si voto que me calle”. ¿Cómo se atreven a criticar una de las iniciativas más asertivas que han existido en los últimos años? Si no hubiera sido por la campaña de Tu rock es votar un buen de chavos no se hubieran aventado a las casillas y a ser ciudadanos completos. Eso es lo que no soportan, que la gente se exprese a la buena, y no con marchas inútiles y de forma violenta, como su candidato.
Por eso me lancé aunque el miércoles temprano tenía que entregar el informe en la chamba. La desvelada iba a estar dura, pero no me importó. Ahora es cuando hay que actuar y hay cosas que no se pueden permitir. Sí me dio miedo que nos agarraran, sobre todo porque ya sabemos de qué lado está el gobierno de esta ciudad, pero Javier me tranquilizó. No va a haber cuete, me dijo, nosotros lo resolvemos… pero ustedes tienen que ser rápidos.
Yo me llevé un cutter que tomé de la oficina. Me costó trabajo porque las lonas estaban bien gruesas. Otros cuates llevaron navajas que funcionaban mejor. Ni supe cuántos carteles rompí. Estaba muy nervioso y finalmente me fui. La Alameda estaba oscura y no quería que me asaltaran de regreso a mi coche. Hace poco escuché en un programa de radio que los rateros querían que ganara el PRD porque así todo el país se iba a volver como el DF, inseguro.
Al día siguiente estaba bien tronado. Supe que habían agarrado a algunos de la banda pero que luego, luego los soltaron. Además de corruptos, ineptos. No le platiqué a nadie por qué traía ojeras de mapache pero ganas no me faltaban. Estaba seguro de que la mayoría estaría de acuerdo con lo que hicimos. Pero el jueves que llegué al trabajo sí me saqué de onda. La secre de Ramiro estaba leyendo el periódico donde decía que se habían “tasajeado” obras artísticas de apoyo al voto por voto. Nomás alcancé a leer “intolerancia” y “actos fascistas”. Intolerantes esos que quieren que a fuerza gane su candidato. Antes de meterme a mi caballeriza le dije a Carmen que dejara de comprar esos panfletos izquierdosos, no la fueran a confundir con una del bando perdedor.
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